Tan simple que un niño podría hacerlo y divertirse en el proceso. ¿El resultado? Un ejemplo brillante de cómo la luz y la sombra pueden trabajar juntos para iluminar una habitación.
La artesana/artista Sueca Isabelle Dos, comenzó con un
simple globo de fiesta, esos que seguro sobraron y encuentres escondidos en
algún cajón de la cocina, bien inflado –de manera que no quede ovalado, si no
redondo-, envuelto en retazos de tela de encaje blanco, pintada con pegamento –puede
utilizar plasticola-, de manera que quede firme al secarse.
El material remojado se pega fácilmente a los lados de la esfera
inflada, la superposición forma una cáscara contigua, que parece suspendida, y
se deja secar durante la noche como un molde de yeso.
A la mañana siguiente –hay que tener mucho cuidado con este
paso-, tenemos la parte más divertida del proceso: Revienta el globo y listo. Luego,
con un pequeño corte en la parte superior vas a poder colocar una lámpara y
crear así nuestra propia pantalla de araña. Puede usar cualquier modelo que
desee (si el encaje se siente un poco pasada de moda) para enmarcar el exterior
y filtrar la luz, un ejemplo de innovación es teñir la tela previamente.
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